José Mujica dijo que tiene un tumor en el esófago

El expresidente de Uruguay, José Mujica (88), comentó este lunes en medio de una conferencia de prensa que tiene un tumor en el esófago cuyo tratamiento es “complejo”.

Pese a su avanzada edad, Mujica se comprometió a seguir en la escena política y manifestó estar “agradecido” por su vida.

Mujica cumpliría 89 años el próximo 20 de mayo. ”Es algo obviamente muy comprometido”, señaló sobre su tumor. ”Y es doblemente complejo en mi caso porque padezco una enfermedad inmunológica hace más 20 años que me afectó entre otras cosas los riñones, lo cual crea dificultades para técnicas de radioterapia o de cirugía”, explicó el exmandatario.

“En mi vida más de una vez anduvo la Parca rondando el catre”, dijo Mujica

Mujica señaló que los médicos están evaluando su cuadro y los pasos a seguir, aunque señaló que la situación no parece sencilla: ”En mi vida más de una vez anduvo la Parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando (...) Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre y veremos lo que pasa”, afirmó.

Mujica gobernó Uruguay desde el 2010 al 2015 y lidera el Movimiento de Participación Popular (MPP). A su vez, enfatizó que “mientras pueda” seguirá militando políticamente, “fiel” a su pensamiento. ”Mientras el rollo aguante voy a estar”, sentenció.

En su alocución, Mujica aprovechó para dedicarle palabras a los más jóvenes: “Quiero transmitirles que la vida es hermosa y se gasta, se va, y el quid de la cuestión, triunfar en la vida, es volver a empezar cada vez que uno cae”.

”Si hay bronca, que la transformen en esperanza y que luchen por el amor, no se dejen engatusar por el odio. Si los llega a atrapar la droga, no se queden solos, nadie se salva solo. Pidan colaboración, luchen”, agregó.

”La única libertad que existe está en la cabeza y se llama voluntad, y si no la utilizamos no somos libres”, recalcó. “La vida es tan hermosa que no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces”.

Finalmente, entre sus mensajes, destacó: ”Por lo demás, estoy agradecido, y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado”.