Una reconocida empresa de Córdoba despidió a 200 empleados por una caída en las ventas

La firma argumentó que cayeron las transacciones tras el ajuste de las medidas económicas de Javier Milei.

Una empresa de Córdoba realizó un importante recorte de personal.
Una empresa de Córdoba realizó un importante recorte de personal. Foto: Web

En los últimos meses, varias empresas desvincularon a colaboradores por el contexto económico que atraviesa Argentina, sobre todo tras las medidas económicas tomadas por el presidente Javier Milei. En este caso, una firma de Córdoba tomó la decisión de despedir a 200 de sus 900 colaboradores.

La medida causó conmoción entre los vecinos que viven de la fábrica, como así también en el resto de los empleados. Entre los motivos de la medida, la empresa sostuvo que están experimentan una gran caída de ventas.

UNA EMPRESA DE CÓRDOBA DESPIDIÓ A 200 EMPLEADOS

La empresa Drean, que al ser comprada por inversores mexicanos pasó a llamarse Mabe, despidió a 200 trabajadores en las últimas horas. La compañía de electrodomésticos redujo de manera considerable su persona en la planta ubicada en la localidad cordobesa Luque.

Asimismo, informó que la fábrica permanecerá cerrada entre el 22 de abril y el 6 de mayo, y solo “habrá guardias mínimas”. A los despidos, se le suma la suspensión de todos los colaboradores por esas dos semanas. “Se van de a 15 o 20 personas por semana, especialmente de la parte de producción. Se están fabricando unos 800 lavarropas menos por día”, relató un trabajador.

A esta situación se le sumó que los proveedores de las piezas también están en crisis, por lo que en algunos casos no entregan las partes. “La situación que estamos pasando es muy fea. Con los dueños anteriores, que eran del pueblo, se le buscaba la vuelta, no te desocupaban”, señaló un extrabajador.

Tengo un hijo discapacitado. Me quedé sin obra social para él y tuve que cortar su tratamiento. En Luque ahora ves al cartero y parece que vieras al cuco”, dijo otro de los despedidos. “El día que me dejaron sin trabajo yo había ido a trabajar como siempre. Llevaba 31 años en la fábrica y nunca tuve un llamado de atención. Cuando iba a entrar a mi casa veo al cartero que dobla por mi cuadra. Ahí nomás me imaginé lo peor y no me equivoqué: me traía el telegrama que decía que no tenía que volverme a presentar a la empresa”, siguió.

Los desempleados aseguraron que la empresa les pagó las indemnizaciones correspondientes y se comprometió a reintegrarlos en caso de mejorar la situación económica.